Alguna vez fui un alma solitaria
con la melancolía como bandera,
con heridas en las manos
y un inmenso dolor en el alma.
con la melancolía como bandera,
con heridas en las manos
y un inmenso dolor en el alma.
Alguna vez me sentí menos que nada
cuando olas de desconfianza me envolvían
y mi autoestima estaba herida
con palabras que me lastimaban.
Alguna vez hubo alguien
que intentó cortar mis alas...
No había en su mirada comprension,
sólo angustia, oscuridad, egoísmo
y un mar de lágrimas
de tristeza me embargaba.
Pero el destino ha sido muy bueno,
colocó delante de mis ojos
a un ser comprensivo
bello por fuera y por dentro.
Alguien que ha curado mis heridas
digno de confianza y de respeto,
alguien que pone color a mis días,
un espejo en el que encuentro amor
y me da la mano
para levantarme de mis caídas.
Él, con paciencia y sabiduría
sembró semillas en mis cicatrices
que hoy florecen con amor,
con un sentimiento inmenso
que lejos de marchitarse
crece más día con día.
❥ Dalia Hernández
© Derechos reservados
2019
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