Ya no sé como engañar
a mis madrugadas,
si se llegan las doce y me siento vacía,
le temo al tiempo y hasta parece
que sin ti, la distancia
se vuelve infinita.
a mis madrugadas,
si se llegan las doce y me siento vacía,
le temo al tiempo y hasta parece
que sin ti, la distancia
se vuelve infinita.
Llega la una
y me siento rota,
cae alguna lágrima
en tu nombre...
por tu ausencia
que sin ti, me vuelve loca.
A las dos me agobia el frío
que solamente calmarían tus brazos,
me persigue tu recuerdo
tatuando tus besos en mis labios.
A las tres
las hojas de mis historias
me hablan con tu voz
y mis versos vuelan
a donde estás tú.
A las cuatro,
Morfeo parece vencerme
y no puedo mentirle,
no pude engañarlo
fingiendo felicidad
cuando tristeza
es quien manipula mi insomnio
y quien hiere estos ojos
que nunca pueden verte...
y carcome la piel de mis manos
que sólo en sueños te han tocado...
❥ Dalia Hernández
© Derechos reservados
2020
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